Este 11 de noviembre se cumplen 94 años de un gran día para la humanidad: la declaración del Armisticio entre las naciones que luchaban en la Gran Guerra, en el año 1918, que ponía punto y final a 4 años de combates y carnicerías que arrasaron el continente.

Tiempo después de esta fecha se pensó en una forma de homenajear a las numerosas víctimas de la guerra. A raíz de la propuesta de la estadounidense Moina Michael (Poppy Lady), en base al poema más famoso de la contienda, In Flanders Fields, del médico canadiense John McCrae, se acordó adoptar como símbolo universal una amapola roja, flor que crecía en los principales campos de batalla y en la que se creía ver encarnada la sangre de los caídos.

Así pues, que una vez más las amapolas rojas luzcan en todo su esplendor para recordar un suceso trágico que conviene tener muy presente.