SIMILITUDES PELIGROSAS…

04 de marzo, 2014

A raíz de los sucesos que estos días están sacudiendo a Europa, y con ello al mundo entero, en la confrontación todavía abierta entre Ucrania y Rusia, unos cuantos conocedores de nuestro pasado como especie estamos un tanto agitados y turbados.

Y es que este episodio nos recuerda (salvando todas las distancias y hechos colaterales que envuelven a uno y a otro, por supuesto), a los sucesos que se produjeron en julio de 1914, cuando Europa no creía que pudiera llegar a una colisión bélica entre superpotencias, equilibradas en bandos a priori paritarios, que se autocontrolaban, y que sin embargo se precipitaron por la pendiente de la sinrazón hasta derivar en la catastrófica guerra denominada Gran Guerra o Primera Guerra Mundial.

Ahora igual que entonces, Rusia se empecinó en mantener su papel de protectora de un pueblo (entonces el pueblo eslavo de Serbia; ahora la población rusa de Crimea),  de modo que esa postura innegociable se convirtió en uno de los motivos principales del despertar de los cañones, cuando ninguna otra potencia tuvo la capacidad o las ganas de invertir la amenaza.

Es de suponer que hemos aprendido de nuestra historia reciente y que en esta ocasión no dejaremos que la civilizada Europa vuelva a desangrarse a través de las mismas heridas apenas cicatrizadas. Y sin embargo, conviene aguantar la respiración temiendo que esta piedra en el camino nos pudiera hacer tropezar de nuevo.

Publicado en: Amapola Negra