El pasado viernes 30 de mayo se cumplió uno de los sueños que tenía desde hace varios años, cuando comencé a escribir el proyecto AMAPOLA NEGRA y me imaginaba su publicación y su puesta de largo ante la sociedad, coincidiendo con la conmemoración de la Gran Guerra.

Hasta aquí fue, como digo, un sueño cumplido. Lo que no podía imaginar ni en mis mejores fantasías es la forma en que esa presentación se materializó en la realidad. Para empezar, la climatología tuvo a bien regalarme uno de esos días que sabe que me gustan (eso sí, siempre y cuando no tengas actividades que realizar), lo cual complicó sobremanera a los asistentes su llegada a la librería La Casa del Libro de Rambla Cataluña.

Librería que, dicho sea de paso, cuenta sin duda con una de las mejores salas en las que un autor puede ofrecer su creación y en las que el público puede disfrutar tanto del sentido del oído como del sentido de la vista, en medio de un espacio generoso de grandes vidrieras anejas a un jardín despampanante.

La primera buena impresión llegó cuando descubrí el montón de ejemplares de AMAPOLA NEGRA en los estantes de novedades, junto a una novela de la que hablaré en otra entrada.  Una emoción indescriptible me hizo predisponerme a vivir una jornada especial.

La medida exacta del diluvio que sobre las 18:30 de la tarde caía en las calles de Barcelona solo la pueden dar las personas que, estoicamente, fueron entrando en la librería a partir de esa hora, empapadas de arriba abajo; o incluso aquellos a quienes esta impidió acudir a la cita que tenían marcada en el calendario. Para todos ellos, vaya por delante mi homenaje y sentido agradecimiento.

El acto se retrasó hasta las 19:15 y comenzó con la introducción de Jordi Alberí, editor de la Editorial Gregal, que dio paso a dos piezas musicales de arpa paraguaya interpretadas de manera magistral por las manos de Rubén Darío. La música envolvió con su melancolía toda la que el día lluvioso había instalado en la sala, la transformó en vitalidad y bienestar y derramó esa esencia sobre las cabezas de los asistentes, que poco a poco completaron el aforo de la sala y me hicieron sentir grande.

El editor explicó la trayectoria de la editorial hasta la fecha y el rumbo hacia el infinito que ahora ponen en marcha, al tiempo que dio su impresión sobre AMAPOLA NEGRA. El historiador Francesc Sánchez Barba, del centro de investigación FILM-HISTORIA de la Universidad de Barcelona, dio cuatro pinceladas concisas de la Gran Guerra y explicó de forma amena su significación para los humanos de hoy día, relacionándolo con la historia narrada en AMAPOLA NEGRA. Y el cineasta Kike Maíllo se centró en los aspectos personales de mi carácter subyacentes en mi literatura, desde El Faro del Unicornio hasta AMAPOLA NEGRA. Por mi parte, yo expuse el origen del proyecto y  los principales rasgos distintivos de AMAPOLA NEGRA.

El acto concluyó con una nueva melodía armónica que puso la guinda al pastel apetecido. Aquí podéis gozar de la delicatessen.   https://vimeo.com/97164863

De ahí en adelante, pido excusas a todos aquellos que se jugaron el pellejo por venir a verme, porque no tuve un segundo de respiro en las firmas para poder departir como la ocasión merecía. Y no exagero demasiado, teniendo en cuenta que prácticamente tuvieron que bajar la persiana con nosotros dentro para que nos marcháramos, pasada la hora ordinaria de cierre. También desde aquí aprovecho para agradecer la paciencia extra del personal de la librería.

 Por lo tanto, esta crónica está teñida de un positivismo y una energía que me gustaría transmitir a aquellos que tuvieron la suerte de vivir en directo el evento organizado por Editorial Gregal para dar a conocer AMAPOLA NEGRA, pero en igual medida a aquellos que no tuvieron esa oportunidad y tal vez estén interesados en saber cómo fue bautizado en público un proyecto que pretende divulgar una parte de la historia reciente menos conocida y más trascendental de lo que creemos.