Después de un tiempo sin aparecer por aquí, lo hago para anunciar una nueva que me produce un orgullo indescriptible. Los que me conocen saben bien cuánto amo la lengua castellana, y lo que admiro a escritores en cuyos textos aparecían «palabros» de dudosa existencia oficial, mas de indiscutible valía en su creación, fruto de su valentía a la hora de plasmar conceptos mediante composiciones gráficas que surgían de sus cerebros despiertos y que venían a rellenar huecos que el vocabulario (cosa difícil) encontraba en la construcción literaria.

Pues bien, hoy tengo el honor de afirmar que he creado una de esas palabras aún no utilizadas, quizás todavía consideradas innecesarias, pero quién sabe si imprescindibles dentro de un tiempo… Y no solo he creado la palabra en cuestión, sino que además me he permitido titular con ella una novela, mi nueva novela, la próxima hija que vendrá en breve al mundo del papel y la tinta.

Para acallar esos comentarios que, con toda seguridad, están ya apareciendo, puntualizo que cuando me refiero a la invención de un vocablo no lo digo a la ligera, así como así, sino que me baso en dos hechos esenciales y palmarios, como son el no figurar en el diccionario de la RAE (Real Academia Española de la Lengua) y el todavía más importante en la modernidad de nuestros días, el que resulta definitivo y aclarador de discusiones: no se encuentra en el buscador GOOGLE. Hoy funciona más o menos de esta forma, no está en google, no existe…

De momento apunto la palabra, para que quede constancia de que la misma es de mi cosecha propia, es decir, me pertenece igual que el explorador que descubre territorios vírgenes y toma posesión de ellos. La maravilla hecha letra es:

F  U  T  B  O  L  O  P  A  T  Í  A 

En próximas entregas profundizaré acerca del significado originario del sustantivo y lo pondré en relación con lo que viene tras ella. Estad atentos.