Hoy exactamente se cumplen 10 años desde que me convertí en un escritor semiprofesional, gracias a lo que me sucedió en la gala del Premio Planeta de ese año 2009.

Ni en el mejor de mis sueños hubiera podido imaginar que aquel lejano día 15 de octubre quedaría tercer finalista del prestigioso premio, con mi primera novela titulada El Faro del Unicornio. Pero así fue. Indescriptible el subidón de ese rato de votaciones e inmejorable la velada posterior. Y la gente maravillosa que conocí.

Diez años después sigo haciendo lo que gusta, que es escribir. Pero la fuerza primigenia que me impulsa a no dejarlo, y a pretender ser cada día mejor autor, proviene del germen de aquella noche inolvidable. Esta noche algún otro/a incauto/a pasará por la misma experiencia que yo y tal vez su vida se modifique para siempre.